La coccidiosis canina es una enfermedad parasitaria que afecta sobre todo a los cachorros de hasta 4-6 meses de edad y que está causada por un organismo microscópico que se instala en su intestino; es habitual sobre todo en cachorros procedentes de albergues o criaderos con malas condiciones higiénicas y sanitarias. El veterinario detectará este parásito analizando las heces del perro al microscopio, ya que es imposible detectarlo a simple vista. Se transmite cuando el perro ingiere heces, alimento o agua infestados por el parásito.
Aunque es una enfermedad que se da casi siempre en cachorros de muy corta edad, también podemos observarla en perros adultos, pero en estos no suele haber síntomas y actúan solo como portadores, pudiendo contagiar a otros perros con los que entren en contacto.
Una semana después de haberse producido el contagio aparecerán los síntomas. En ese momento, el intestino del perro estará invadido y habrá millones de coccidios. Los síntomas más frecuentes de la coccidiosis en los cachorros son que se detiene su desarrollo, que las patas les crecen de una forma anómala, ya que las delanteras quedan algo más cortas que las traseras, que no tienen hambre, que sufren vómitos y diarrea, que se les hincha el vientre, que están apagados y que muestran malestar, y en los casos graves, incluso presentan sangre en las heces. Si el vómito y la diarrea son intensos y no se tratan, el cachorro puede morir en pocos días por deshidratación. Hay que recordar que un perro de pocas semanas tiene el organismo muy vulnerable y delicado, y que por lo tanto cualquier enfermedad puede ser mucho más grave.
Debido a la forma de actuar de los coccidios, lo mejor es la prevención. Si tu perro se come las heces, tanto suyas como de otros perros, es fundamental evitar que lo haga para impedir que el parásito lleve a cabo su ciclo vital. Para ello, lo mejor es asegurarse de que el cachorro esté bien desparasitado y que no le dejemos comer absolutamente nada al salir a la calle. Además, si tenemos otras mascotas, también tendremos que estar seguros de que ninguna tiene la enfermedad. En este sentido, dentro del hogar será indispensable una higiene estricta de todos los lugares en los que el perro suela estar, así como eliminar de inmediato las heces si en alguna ocasión defeca dentro de casa, aplicando una buena desinfección posterior utilizando productos que contengan amonio cuaternario diluyéndolos al 10% en agua, o bien usando agua hirviendo.
Para intentar evitar la coccidiosis en albergues y criaderos es fundamental que se aloje a los animales de tal forma que se evite la contaminación del agua y el alimento, así como eliminar las heces cuanto antes. También deberán desinfectarse todos los utensilios y evitar insectos y cucarachas, porque estos pueden transportar el parásito entre los perros infestados y los sanos.
COMPARTE: